Los cientos de invitados a la ceremonia llenaron de calidez la noche de otoño miraflorino. La comunidad universitaria, un año más, despide a un grupo de egresados que se dispone a construir un mundo mejor.
Por María José Salazar. 13 mayo, 2017.
La meta de graduarse e iniciar una vida profesional se ha alcanzado. La Marcha de la Creación suena, mientras Lía María Ruiz, alumna elegida para dar el discurso de despedida, se sienta procurando no arrugar su toga.
Luego del inicio protocolar, la directora de estudios de Campus Lima, Mgtr. Nancy del Águila, felicita a los padres de familia e invita a los graduandos a ser agentes de cambio, a no olvidar que la persona debe estar en el centro de su trabajo profesional y a poner siempre a la familia en primer lugar.
Y dice: “En los medios de comunicación, en las calles o en cualquier reunión o espacio de diálogo, solemos escuchar que el Perú tiene graves problemas, que campea la corrupción, que los valores se han perdido, que hay mucha violencia y desorden, y un largo etcétera de problemas y quejas. Pues bien, además de darnos cuenta de ello, de hacerlo ver y comentarlo, nos toca la gran responsabilidad de cuestionarnos: ¿Qué puedo hacer yo para solucionarlos? ¿Cómo puedo contribuir a mejorar tal o cual cosa? Y, luego, hacerlo”.
Las insignias académicas se van imponiendo, una a una, según programas académicos. El grupo más numeroso es el de Administración de Empresas, de la Facultad de Ciencias Económicas y Empresariales.
El momento de Lía María comienza: “Demos siempre, por lo menos, el 100% de nosotros. Estemos abiertos a consejos y a nuevas formas de hacer las cosas. No nos conformemos, no tengamos miedo de dejar algo bueno para conseguir algo mejor. No tengamos miedo a defender lo que está bien ni a rechazar situaciones que no nos parezcan correctas. Y, sobre todo, pensemos en quienes nos rodean, seamos generosos y serviciales, como nos enseñaron aquí; este es nuestro compromiso no solo con la Universidad sino también con nuestros padres y con nosotros mismos”. Mirando a su padres, Lía y Fernando, agradece emocionada y vuelve a su silla.
Por su parte, el vicerrector de Campus Lima, Dr. César Calvo, se dirige a los ya graduados para pedirles que agradezcan este gran logro a Dios, a sus padres, a quienes los acompañan y a los que no pudieron estar presentes. Para finalizar, pide un aplauso para todos ellos.
